1. Cruyff ya es seleccionador catalán. Dice que no cobra y que el acuerdo es con su Fundación…
2. Pellegrini, después de dejar por cuarta vez seguida sin convocar a Guti, asegura que no es un castigo…
3. Ronaldinho dice que el Milan juega como el Barça…
Tres grandes momentos de humor para un lunes de noviembre que inicia un nuevo parón liguero. Ronaldinho, metido a monologuista del Club de la Comedia, ve a un Milan rapidísimo, vital y joven. Risas por favor. Quizás si pero en otro mundo. De Cruyff y la selecció catalana mejor que no diga nada más (ya que ya lo hice aquí). ¿Y lo de Guti? Pues la historia de nunca acabar. Siempre lo mismo para alguien que se bajó del tren de los posibles elegidos para subirse al ‘Pudo ser pero…’ Su calidad nunca se ha sabido gestionar ni por el propio Guti ni por el entorno y haga lo que haga nunca estará en el top. Una pena que no da lástima porque tener un talento y no saber aprovecharlo es triste y lamentable.
Pero como Cruyff, como Pellegrini o como Ronaldinho los engaños son habituales en cualquier ámbito desde el curro al fútbol acabando (o empezando) por la política. Y sino sólo hay que mirar la amenaza de huelga de la Liga por la reforma de la Ley Beckham ¿Parón porque los ricos tengan que pagar en consonancia a los ingresos y en igualdad de condiciones que los españoles? ¿Pero nos hemos vuelto locos todos? Si ponemos como ejemplo el Barça y su política de cantera después no podemos poner el grito en el cielo porque algunos, que cobran algo insultante para cualquiera ser humano, encima tengan más beneficios que el resto. La igualdad a tomar viento…
Y hasta la vuelta de la Liga habrá que desempolvar posibles fichajes, tribulaciones varias sobre la Liga de dos y calentar un poquitín lo que nos espera a final de mes en el Camp Nou. Eso con permiso de la Copa, esa lamentable competición hecha a medida de los grandes. Si Alcorcón no provoca un nuevo terremoto en la galaxia saltarán a escena nombres como Cesc, Mascherano, Robinho, Ribéry… Ilusiones de ilusionistas. Que no os engañen demasiado…
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