La salida en este final de año de Andrés Astruells y Manólo Cánovas de Mundo Deportivo me sirve para reflexionar un poquitín sobre el periodismo, de antes, de ahora y del futuro.A raíz de la reacción que tuvo mi admirado Bar Deportes al conocer la noticia cuando, sin conocer a los dos protagonistas hizo un planteamiento que invita a la reflexión global hacia donde va este mediático tren de los Hermanos Marx que demanda ¡más madera! y que parece no estar nunca contento. Estamos demasiado habituados a la velocidad, a hablar y hablar sin escuchar ni pensar el que el PORQUÉ es mucha más importante que el QUÉ. Hemos acostumbrado a nuestros oidos a oir ruidos, no a escuchar; a nuestros ojos a hojear y no a leer; y a nuestros dedos a hacer click y no a pasar páginas. Puede que también el gusto, mejor dicho, el buen gusto esté un poco atrofiado.
Quizás por el hecho de ser un mindundi en esto del periodismo - y no creo que mi rol vaya a variar mucho en el futuro - me permito ver las cosas un poco más frías. Me encanta la época que estoy viviendo con todo conectado, inmediato y, a priori, accesible. Pero en algunas cosas el tiempo, selectivo, hace perder las básicas que había en tiempos de Andrés y Manolo. Porque en sus batallitas, el paisaje que te dibujan ves un tipo de periodismo sin tanto protocolo, notas de prensa, jefes de parapetos, ni merchandising ni promociones...el protagonista, mucho más cercano, era el centro del mundo y el periodista tenía un rol muy diferente al actual. Además, lo inversosimil de escribir una crónica, el mandar la información y recibirla en las redacciones era (según cuentan ellos) una hazaña. Es la sensación de que entonces las palabras como leyenda, gesta o épica (por ejemplo) tenían realmente un significado. Hoy en día las hemos escuchado tanto que parecen 'light'. Demasiado light.
Como dice en su última columna y vídeo Andrés, puede que sea parte de la evolución y 'culpa' de la tecnología que ha deshumanizado un poco el trabajo. Lo importante hoy es satisfaer el papo. Somos unos McDonalds de lo mediático. Noticias estilo 'fast food', breves que te dejan cuatro datos sin informarte de nada. Cinco líneas (no más) porque ya no importa lo que lees sino que leas. Ya no es el fondo de lo que escribes sino el lazo que se le pone al 'paquete-noticia', que sea bonito y estupendodelamuerte.
Hoy, en cambio, estás 'informado' por 20.000 canales y tendrías que saber contextualizar. Tienes las herramientos pero la pregunta es ¿tienes tu propia idea, un criterio o repites la que dice (o grita) otro? Andrés y Manolo mil gracias por enseñar no sólo a mí sino a muchos a leer mejor las noticias pero, sobretodo, por enseñarnos a comprender un poco más la vida y verla con un especial sentido del humor.
Leo tu comentario desde qatar y te felicito.tienes toda la razon y nadie se atreve a decirlo.Un fuerte abrazo
ResponderEliminarComo siempre, envidio tu forma de ser tan reflexiva y poco visceral. En cambio a mí, como puedes imaginar, se me pusieron los pelos como escarpias al leer la última columna de Astruells. ¡Tanto esfuerzo digital para nada, no han entendido nada de nada! Sin embargo, leo tu escrito y en parte te doy la razón: es verdad que parecemos el McDonalds de la información... pero no te dejes engañar del todo, Alberto: Es fácil quejarse de la tecnología cuando no has hecho ni el huevo por entenderla, por intentarlo o por ayudar a tus compañeros a sacarla adelante. Es fácil criticar desde la ignorancia. En cambio tú conoces las dos perspectiva y das tu opinión. Así sí. Así no me cabreo. Saludos de una ex compañera que os añora un montón
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