- El Jerez Industrial pasa de ser la sensación de Tercera y líder con 22 ingleses a estar al borde del precipio en sólo cuatro meses
- La Academia Glenn Hoddle abandona el proyecto 'cherry' a mitad de curso cansado de incumplimientos y el equipo está al borde de la desaparición
- Los ingleses se vuelven a Inglaterra y, una semana después reenvían una docena de los jugadores menos habituales que logran el primer punto del 2011
- Y el colmo es que el equipo luce un sponsor, Dhul, que está en quiebra
Fue como el 'Sueño de una Noche Verano' del inglés William Shakespeare. La aventura inglesa de la Academia Glenn Hoddle en el Jerez Industrial de la Tercera División ha acabado con una espantada a mitad de curso dejando al club en la UCI y con la posibilidad de la desaparición más latente que nunca. En menos de tres meses el equipo ha pasado del cielo por ser líder de la categoría en un equipo con 22 británicos a estar al borde del descenso y con la sombra de la desaparición definitiva en una entidad con más de 50 años de historia y una temporada en Segunda como su mayor éxito.
Nos remontamos al verano de 2010. La Academia del ex internacional inglés Glenn Hoddle aparece como la única solución para rescatar a la entidad y evitar la desaparición prematura del club jerezano después de una mala gestión realizada en la Segunda División B. La condición de los ingleses es que la gestión deportiva sería suya de forma exclusiva a cambio de invertir 160.000 euros bajo la promesa que antes de acabar la temporada les serían retornados. Los jugadores británicos (con la única excepción de los españoles Juanse y Salvatierra y del técnico Quique Caballero) sorprendieron con un gran inicio de campaña. Llegó el boom mediático y el salto a informativos, webs y radios gracias a su liderato de la mano de una plantilla prácticamente 'british'. Se hablaba del 'sherry industrial'. Y de hecho el equipo sólo perdió cuatro partidos en la primera vuelta y antes del parón navideño aún estaba en posiciones de ascenso a la Segunda B a pesar de que el buen inicio se iba diluyendo en un entorno cada vez menos estable..
Cambio drástico tras las Navidades
Pese al buen momento deportivo, los nervios de los dirigentes británicos iban en aumento. La falta de confianza en los plazos de los pagos y su incumplimiento (Hoddle pedía 60.000 euros de compromiso para seguir tras su prestamo inicial) así como la urgencia de colocar a sus jugadores les hizo cambiar de arriba a abajo la columna vertebral del equipo. Varios jugadores no volvieron de Inglaterra y el cambio radical, con las salidas de los españoles Salvatierra (por problemas personales) y Juanse (ahora triunfando en el Cádiz de Segunda B) hizo entrar a los jerezanos en barrena. De hecho, el Jerez no conoce el triunfo en el 2011 después de once derrotas y un empate. El técnico español Quique Caballero fue cesado dejando la dirección del equipo en manos de un técnico de la propia Academia quien también se fue con el resto de la Academia en una espantada después de que Glenn Hoddle obligara a los jugadores a hacer la maleta provocando que el Jerez se tuviera que presentar ante el Pozoblanco con diez juveniles y un cadete (0-5), propiciando las reclamaciones de varios rivales por alineación indebida.
Salvados por ahora...
Una nueva incomparecencia propiciaría la expulsión de Tercera y el descenso automático. Además, el entorno del club, que ha creado la plataforma 'Salvemos al Jerez Industrial', pide la marcha de la actual gestora-. El actual presidente, Juan Manuel Delgado, ha logrado por ahora que la Academia reenvie a una docena de jugadores de vuelta a Jerez a cambio de obtener la carta de libertad a partir del 16 de mayo y la continuidad de Delgado en la presidencia. En los dos últimos partidos la mezcla entre británicos y juveniles de la mano de Javi Palos se ha saldado con un empate y una honrosa derrota ante el líder, la Balona. En lo deportivo el equipo pelea como un gato panza arriba mienntras, en lo económico, el futuro pende de un hilo en una entidad que parece abonada al infortunio.¿Por qué? Por si fuera poco con todo el 'caso Hoddle', el equipo luce en su camiseta un sponsor que agoniza más que el propio Sherry Industrial: Dhul, una de las empresas de la familia Ruiz Mateos que está en quiebra.
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